Choripán ... comida callejera con tonada cordobesa

/ 24/7/13

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A través de varios blogs que sigo a diario supe de la convocatoria de Juana: un juego de comida callejera que, para rendir tributo al blog desde el que surgió, ha sumado las más variopintas opciones de tentempiés para entrehoras que estén dispuestos a ser tomados con las manos, de paso y hasta, quizá, en una reunión informal con amigos.

Una vez que me decidí y visité el blog de Juana quedé maravillada y absolutamente tentada de sumarme a la iniciativa. Si bien hay un premio (¡qué me encantaría ganar, of course!), creo que la posibilidad de dar a conocer un poquito del día a día de mi ciudad, a la vez que conocer recetas maravillosas por sus colores, sabores,aromas e historias ya constituye un premio en sí mismo.

Para más, hacía tiempo que pensaba en una entrada acerca del choripán. No es más que un sándwich de chorizo pero es todo un clásico de mi ciudad y de mi provincia. A decir verdad, el choripán se come en todo el país. Este delicioso sándwich se prepara para eventos familiares como cumpleaños o para juntarse con amigos. Pero lo característico son los puestos callejeros de venta de choripán. Es comida al paso por naturaleza, hasta en horarios insólitos, como de madrugada cuando los noctámbulos regresan a sus hogares luego de una noche de fiestas, boliches, recitales.

Torta de limones cordobeses ... con 440 años de historia

/ 13/7/13

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Habito y escribo desde la docta ciudad de Córdoba, ciudad que acaba de celebrar su cumpleaños N° 440... quizá para quienes viven en Europa y hasta en el Caribe 440 años no es un aniversario demasiado significativo. No obstante, si pensamos que la primer ciudad que se fundara en el actual territorio argentino (y que se mantiene a la fecha) fue Santiago de Estero en 1553, advertiremos que entonces vivo en una ciudad con un peso histórico de importancia.

En Córdoba tenemos la primer universidad argentina, mi Universidad Nacional de Córdoba, que acaba de celebrar 400 años con 400 días de conmemoraciones; tuvimos la primera imprenta del país (Imprenta de los Niños Expósitos) y hasta podríamos hacer mención de célebres próceres nacionales que por cuna o adopción llevaron impronta cordobesa.

La historia de la fundación de Córdoba es una historia de desavenencia y órdenes no cumplidas. Me figuro que por eso la imagen del fundador don Jerónimo Luis de Cabrera Zúñiga y Toledo forma parte de nuestra cotidianidad, desde esculturas hasta premios llevan su nombre como un modo sincero de rendir tributo a su hazaña. El papel de don Jerónimo en los actos escolares suele ser bastante reclamado   y hay un afecto especial por este sevillano que tenía orden de fundar ciudad a alturas de lo que hoy es Salta, pero lo hizo a orillas del río Suquía...

Dulce de membrillo en barra ... aires de cambio

/ 21/6/13

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Nunca había visto membrillos naturales hasta lo 17 años. No sé de dónde pensaría que se hacía el dulce de membrillo, pero sí es seguro que cuando vi un árbol de membrillos y los propios membrillos colgando de él me sorprendí y bastante. Ahí tomé conciencia acerca del origen del dulce de membrillos: una fruta.   

La analogía entre mi sorpresa ante los rozagantes membrillos de aquel verano en Mina Clavero y mi intención de tener un blog estéticamente ordenado es bastante similar: no sé cómo pensé que se haría, pero estuvo claro que no era tan sencillo. Y como realmente añoraba un blog con cuya estética me sintiera más identificada, acudí a la varita mágica de Adorable y Maira, a través de una de sus plantillas prediseñadas logró el encantamiento perfecto para que mi espacio luciera los colores que quería darle y el aspecto de apacibilidad que deseaba transmitir. 

Así que este post oficia de presentación en sociedad del nuevo aspecto de Álamos ventosos: colores otoñales, la calma del viento meciendo los árboles y las canciones que se cuelan entre las hojas secas. ¿Qué mejor, entonces, que esta receta de membrillos de otoño para acompañar?

Mazamorra ... en los pregones de mayo

/ 1/6/13

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Apenas el 25 de mayo se coló entre las horas del viernes pensé que ya no tendría sentido publicar algo al respecto, a pesar de que llevaba semanas imaginando qué prepararía para la ocasión.

Luego me di cuenta de que la demora no era tal, sino antes bien era la oportunidad de pensar cabalmente cómo eran las cosas en aquel lejano 25 de mayo de 1810 en que Buenos Aires decide soltarse de la mano de la madre patria España y emprender -sin retorno, sin pena- un camino de independencia, autonomía y -por su puesto- responsabilidad cívica. Las noticias no conllevaban la inmediatez a la que estamos acostumbrados en estos días y así las cosas hablar del 25 de mayo algunos días después es comprender cómo corrían las novedades y discurría la vida entre carretas, postas y caminos reales. 

Y entonces, pensando en estas cuestiones (... ¿qué se comía en 1810? ¿cómo era la vida cotidiana de aquella época? ¿qué pasaba con los esclavos? ¿qué se dijo en España frente al desacato virreinal? ...) noté que mi hijo de 6 años -primer grado de la escuela primaria en esta sección del mundo, el fin del mundo como dicen algunos- repetía los mismos pregones que había estudiado yo cuando iba al primario, los que había estudiado mi mamá y hasta mi abuela:

Mazamorra dorada, para la niña mimada.

Empanadas bien calientes, para todos los valientes.

Las 12 han dado y sereno..

Y tantos más ... de hecho, no hay argentino que no sepa al menos uno de estos "cantitos" con que los vendedores ambulantes de la época colonial publicitaban sus mercancías. Le explicamos a mi hijo quién era y de qué se ocupaba el sereno y luego llegó el turno de la mazamorra... Probablemente todos los niños sepan el cantito de la mazamorra ... ¿pero quién sabe qué era la mazamorra? Entonces, como sucede siempre, llegó la receta. Tenía el motivo y tenía la receta perfecta. ¡Era una señal!

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