Al blog de Patricia llegué, hace un tiempo, por su irresistible banoffe pie. Hace algunas semanas, Patricia hizo pública una invitación para sumarnos a la iniciativa de Blogs contra el hambre, como apoyo a la colecta de alimentos no perecederos que organizó la Fundació Banc dels Aliments en Cataluña durante el 30 de noviembre y el 1 de Diciembre. Ya saben ustedes que la misma colecta tuvo lugar aquí, RA, durante el mes de octubre y creo que el trabajo de la fundación es excepcional.
Por esa misma razón no quise quedar afuera de esta convocatoria. No pude llegar a publicar ni el 30 ni el 1, pero como bien dice el dicho: más vale tarde que nunca así que aquí estoy con mi humildísimo aporte. Además, es posible realizar donaciones durante todo el año de manera on-line (aquí cómo hacerlo).
La idea de sugerir recetas sencillas a partir de la combinación de los principales alimentos que se recogen en este tipo de campañas me pareció estupenda en muchos sentidos. Por un lado, una excelente manera de dar cuenta de esta iniciativa para que más personas se sumen a la colecta (o como ellos la llaman Gran Recapte); además, es una iniciativa en clara concomitancia con la convocatoria BBSS de Marisa y la preocupación acerca de la alimentación de los niños, especialmente.
Pero además, fue especial porque trajo a mi memoria un recuerdo de mi infancia que me acompaña desde hace poco más de 25 años.
La democracia retornó a la Argentina en 1983. En ese momento, el expresidente Raúl Alfonsín sacó a la luz un programa al que se llamó PAN: Programa Alimentario Nacional. Las familias de bajos recursos recibían una caja con alimentos secos y deshidratados que debían cubrir una parte de los requerimientos mínimos nutricionales de adultos y niños. Era vox populi, entonces, que había un mercado negro donde circulaban estos alimentos. Los beneficiarios del programa "cambiaban" estos productos por otros como fiambres, chacinados, etc.
Mis papás, por aquella época, debieron pasar una semana en el Hospital de Niños de mi ciudad. En esa oportunidad, pudieron conocer a personas que traían a sus hijos desde provincias aledañas (como La Rioja o Catamarca), provincias muy pobres como hoy y con servicios sanitarios inexistentes entonces. Así supimos que, efectivamente, las personas de bajos recursos, por ignorancia la mayoría de las veces, cambiaban lentejas y leche en polvo por pan blanco y fiambres en el almacén local.
Yo tenía 11 años cuando escuché esa historia y al día de hoy la recuerdo.
Un poco más cerca en el tiempo, leí una entrevista a Dolly Irigoyen donde reflexionaba acerca de la misma situación. Familias de escasos recursos que al momento de hacer sus compras prefieren una porción de papas fritas en la rotisería del supermercado, antes que 2 huevos y un paquete de acelga para hacer una tortilla.
Cambiar esta forma de pensar/cocinar/comer/alimentarnos requiere de educación. Pero además requiere de un cambio en nuestro sistema de valores, sobre todo en relación al consumismo que nos está asfixiando como sociedad.
Ojalá que mi receta (me) sirva, personalmente, como un modo de exorcizar tanta angustia, pero además, contribuya a un cambio paulatino en nuestros sistema de valores. Pido mucho, lo sé. Pero es mi deseo de Adviento y ad-viento significa eso: lo que está por venir.
Vamos a mis tallarines con lentejas. Esta receta es una versión de una del Gato Dumas, quien a su vez la presenta como su versión de un plato tradicional italiano: Pasta e fagioli (pasta con porotos). La versión apareció en una colección de 24 fascículos del diario Clarín: Cocine con los grandes chefs ( Buenos Aires, 1999). Ada Cóncaro, el Gato Dumas, Francis Mallmann, Pablo Massey y Ramiro Rodriguez Pardo daban, entonces, una receta principal y una o dos variantes con base a los mismos ingrediente principales.
El Gato llamó a esta receta "Unas lentejas con spaghetti" y es la receta variante de su plato estrella "Lentejas con rabo de buey" (que por cierto, también he hecho y doy fe de que no tienen desperdicio), en el fascículo N° 6 "Habas y lentejas. Para anotarse un poroto".
Para este plato, el Gato utiliza coriandro en polvo y manteca. Yo reemplacé el coriandro por perejil fresco picado y en lugar de manteca, abundante queso rallado. Espero que se animen a probarlo porque es un plato maravilloso, rico, sano, fácil, que en casa, al menos, gusta a grandes y chicos.
Tallarines con lentejas
Ingredientes
1/3 de paquete de 500 g de tallarines secos (yo uso los más finitos, pero eso va a gusto de cada quien)
1 taza grande de lentejas secas
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo (en camisa y con un palillo para que sea más fácil de retirar)
4 cucharadas de perejil fresco picado
1/2 taza de queso rallado (un queso de pasta dura y con sabor, yo he usado reggianito, pero va igual sardo, parmiggiano, grana pampeana, etc.)
1 cucharada de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Sal gruesa en cantidad necesaria
Preparación
Llevar a hervir las lentejas -previamente remojadas- hasta que estén tiernas. Yo no añado la sal hasta mitad de cocción, pero eso es a gusto, también. El mismo plato se puede hacer con las lentejas hechas puré, así que el tiempo de cocción dependerá de cada uno. Escurrir y reservar.
Cocinar según las indicaciones del paquete la pasta seca. Escurrir y reservar.
Cortar una cebolla en pluma, bien finita.
Poner a calentar una sartén de fondo grueso o un wok y echar la cucharada de aceite de oliva y el ajo en camisa, calentar y añadir la cebolla en pluma. Una vez que tomó un ligero color dorado, retirar el ajo y añadir los fideos. Revolver y agregar a continuación las lentejas. Remover y añadir el perejil picado. Integrar todo muy bien siempre conservando la sartén a fuego bajo. Echar la mitad del queso rallado, remover y retirar del fuego.
Terminar con el resto del queso y a disfrutar.
Se ha recogido gran cantidad de alimentos y con ayuda de nuestras recetas esperamos que la gente tenga varias opciones a la hora de cocinarlas.
ResponderBorrarSeguro que tu receta va a tener mucho éxito es muy sana y se ve muy sabrosa.
Besos.
Gracias, Ana, por tus palabras tan gentiles.
BorrarMe parece que Ana, tú y yo ya estamos haciendo trío publicando recetas para retos solidarios. Es gracioso. Vengo a copiar tu enlace de blog porque me he dado cuenta de que no te tengo agregada, imperdonable. besos
ResponderBorrar¡¡Es cierto, Marisa!! Puede ser el espíritu navideño que nos impulsa a convocar buenas voluntades.
BorrarTe estoy escribiendo en breve.
Cariños !
Las lentejas son muy nutritivas, nos aportan mucho hierro. Excelente receta!
ResponderBorrarCariños,
Cecilia
Totalmente de acuerdo con vos, Cecilia. Personalmente, además, me encantan y por fortuna a mis hijos también.
BorrarSaludos!
Me encanta tu propuesta Silvia. Es una forma diferente de preparar la pasta, al menos para mí y ahí estoy siempre atenta a las nuevas recetas, sobre todo si son sanas. ¡Es tan importante la educación nutricional! Un saludo
ResponderBorrarHola, Rosa. Vos sabés que la combinación resulta excelente. Al principio me sorprendió un poco la idea, pero una vez que me animé a prepararla se ha repetido como cena en varias oportunidades.
BorrarCariños!
Hola Silvia, estupenda receta y mejor iniciativa, ojala no fueran necesarias porque sería que en este mundo no existen carencias tan básicas como la de alimentos, pero es bueno que desde los blogs de cocina o de lo que sea traslademos el mensaje y lo hagamos llegar a todo el que nos lea.
ResponderBorrarYo también me quedo por tu blog y te agradezco la visita al mio y tu comentario sobre las magdalenas, por cierto te he respondido a todo lo que me planteabas en mi blog, si pasas de nuevo podrás leer la respuesta.
Un beso enorme y me ha encantado conocerte un poquito
Hola, Mary.
BorrarGracias por tu visita y cuánto más por tus generosas palabras.
Un periodista argentino, muy conocido al menos localmente, insiste en que saber os hace responsables y creo firmemente en que es así. Cuando conocemos acerca de una realizada es probable que no podamos cambiarla de plano pero sí podremos tratar de hacer algo por mejorarla desde nuestro lugar.
¡¡No voy a darme por vencida con las madalenas!! Ja-ja!! Ya he probado con dos recetas distintas y voy por más.
Te mantengo al tanto.
Si cuéntame por favor, si lees mis principios en el blog descubrirá que yo también tuve mi batalla con las magdalenas pero al final lo conseguimos, persevera que lo lograras.
BorrarBuena iniciativa.
ResponderBorrarEsta pasta me recuerda a mi boloñesa de lentejas :)
Un saludito
Hola, Mijú!
BorrarYa mismo voy a ver de qué se trata esa receta.
Saludos !
Silvia, no sabía de esta iniciativa pero me parece fabulosa. Yo colaboro con Banco de Alimentos pero no a través del blog porque creo que hacen una labor incomparable en los tiempos que corren. Me ha gustado mucho leer tu entrada y conocer un poquito más de tí.
ResponderBorrarAh, el plato...excepcional. Una mezcla sorprendente. Lo probaré :)
Hola, Carmen !
BorrarMe han emocionado tus palabras tan amables y cariñosas.
Me va a encantar que probés la receta y después me contés. La primera vez que preparé esta lentejas estábamos todos expectantes porque no sabíamos cuál sería el resultado final, pero desde entonces se han convertido en una de esas recetas que te hacen quedar muy bien a la vez que te sacan del apuro.
Cariños con mucho calor de noviembre !!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarHola Silvia, publicaste el 3, no me había dado cuenta.
ResponderBorrarQué buena iniciativa, me parece realmente un acto precioso y te diré que no se me había ocurrido combinar pasta con lentejas, pero sin duda me parece delicioso y muy nutritivo!!
Besitos
Hola, Esmeralda.
BorrarEs una gran combinación. Espero que tengas oportunidad de probarla, cualquier día de estos.
¡Cariños!
Como me gusta esta combinación querida!!!
ResponderBorrarNo tardaré mucho en prepararla.
FELIZ SEMANA GUAPA :)
Hola, Conxita !
BorrarEstoy segura de que la disfrutarás.
Me encantaría que me cuentes que te pareció cuando las prepares. Cariños.
Hola Silvia, lo de Cajún creo que es una mezcla de especias, aunque seguramente habrán más que las que yo he puesto, también a estas patatas les llaman de Luxe, mucha información más no he encontrado, pero tenía tantas ganas de probarlas que me decidí a hacerlas y buenas si lo están.
ResponderBorrarBesos.
Gracias, Ana, por devolverme el comentario con tan acabada explicación.
BorrarSi me entero de lago más te cuento. Por lo pronto pienso hacer tus papas este fin de semana. ¡Te cuento qué tal me salieron!
Silvia te he contestado en mi blog a tu consulta sobre el buttermilk, si tienes cualquier otra duda no dejes de decirmelo.
ResponderBorrarUn beso enorme
¡¡Gracias, Mary!!!
BorrarHay tanta generosidad de tu parte. Un beso.
Nunca se me había ocurrido, me llevo tu receta y se lo diré a mi amiga que es de tu tierra.
ResponderBorrarHola, Trini.
BorrarGracias por tu comentario. Me va a encantar que me cuentes, si te decidís a preparar esta receta, qué te pareció. Para mí el resultado es excelente. Me encantaría saber más de tu amiga, segur que ella reconoce la marca del genia Gato Dumas.
¡¡Cariños a ambas!!
no conocía ese blog, interesante propuesta. voy a pegarme una vueltita. tendríamos que hacer eso mismo acá también. saludos.
ResponderBorrar¡ Totalmente de acuerdo, Sole !
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