El domingo 8 de setiembre, en el espacio institucional de Radio María Argentina, Francisco a diario, que desde hace un tiempo acompaña la edición dominical de la La voz del interior, el gobierno de la provincia (Córdoba) invitaba a las familias a celebrar un día histórico: la beatificación del Cura Brochero, festejo que tendría lugar el sábado 14 de setiembre en la ciudad homónima, la serrana Villa Cura Brochero.
La beatificación de José Gabriel del Rosario Brochero no es indiferente a este blog que siempre, de una u otra manera, vuelve a Panaholma dado que la pequeña capilla de este lugar de encanto es la última que levantó el cura gaucho, también llamado en la zona el curita Brochero. Y el mismo poblado debe su lugar en el mundo a la iniciativa de este pastor de ovejas que construyó escuelas, delineó los 200 km de camino que unirían la capital provincial con las localidades del oeste a través de las Sierras Grandes, instaló telégrafos, llevó agua con la ingeniería de los acueductos y murió ciego, sordo y enfermo de lepra en 1914, en la misma ciudad que hoy lleva su nombre.
La beatificación de José Gabriel del Rosario Brochero no es indiferente a este blog que siempre, de una u otra manera, vuelve a Panaholma dado que la pequeña capilla de este lugar de encanto es la última que levantó el cura gaucho, también llamado en la zona el curita Brochero. Y el mismo poblado debe su lugar en el mundo a la iniciativa de este pastor de ovejas que construyó escuelas, delineó los 200 km de camino que unirían la capital provincial con las localidades del oeste a través de las Sierras Grandes, instaló telégrafos, llevó agua con la ingeniería de los acueductos y murió ciego, sordo y enfermo de lepra en 1914, en la misma ciudad que hoy lleva su nombre.
Es un hombre de carne y huesos: dice misa, confiesa, ayuda a bien morir, bautiza, consagra la unión matrimonial, etc. Y sin embargo es una excepción: practica el Evangelio. ¿Falta un carpintero? Es carpintero. ¿Falta un peón? Es un peón. Se arremanga la sotana en donde quiera, toma la pala o la azada y abre un camino público en 15 días, ayudado por sus feligreses. ¿Falta todo? ¡Pues él es todo! y lo hace todo con la sonrisa en los labios y la satisfacción en el alma, para mayor gloria de Dios y beneficio de los hombres, y todo sale bien hecho porque es hecho a conciencia. Y no ha hecho solamente caminos públicos: Ha hecho también una buena Iglesia. Ha hecho, además, un gran colegio... ¡y todo sin subsidio de la provincia, sin erogación por parte de los miembros de la localidad! ¡Lo ha hecho todo con sus propias garras! ¿Milagro? No. La cosa es muy sencilla. Es cuestión de honradez y voluntad. En otros términos: es cuestión de haber tomado el apostolado en serio, como lo ha tomado el cura Brochero.
Los primeros días de julio, cuando ya se sabía acerca de la beatificación y aún era reciente la proclamación del papa Francisco, volvíamos con mi esposo desde San Luis a Panaholma y nos quedamos a escuchar misa en otro pueblito precioso del Valle de Traslasiera: Villa de las Rosas. El sermón de ese día versaba sobre el grano de mostaza y la parábola de la fe, entonces el padre, para hacerla más accesible al cotidiano de sus feligreses la llevó a la levadura y explicó que la fe es la levadura que poco a poco va logrando fermentar la masa. Y entonces dijo que esa fe que nos mueve es la diferencia que logró que José Gabriel Brochero sea considerado un santo y no un gestor político, por ejemplo.
Brochero logró que el valle de Traslasierras sea lo que es hoy: el camino de las Altas Cumbres, agua potable, crecimiento en la fe y el amor al prójimo. Fundó y trabajó en favor de la Casa de Ejercicios Espirituales e hizo llegar a este recóndito lugar -al que solo se accedía a lomo de mula- la primera congregación de monjas de la zona, las hermanas Esclavas del Corazón de Jesús. Se quedó con ganas del tren, pero considerando un país donde el desarrollo férreo actualmente es paupérrimo, de igual modo podríamos decir que hizo mucho en ese sentido.
En la presentación del documental que se hizo en su honor (Brochero en el camino de los sueños), se ha dicho:
Impulsado por una poderosa fuerza surgida desde la fe, desde Villa Santa Rosa de Río Primero, su lugar de nacimiento, hasta los pueblos del oeste, detrás de las Sierras Grandes, Brochero fue abriendo y ensanchando senderos como obras para la posteridad y como símbolos en la constante búsqueda de la dignidad humana. (fuente)
Su preocupación se centró en la dignidad misma de las personas, hacer más por ellas convencido de que ahí estaba el verdadero amor de Cristo y la misión de la iglesia en la tierra. El mensaje claro y calmo de Jesús hecho voz y canto entre las serranías, de Ambul a Mina Clavero, pasando por la Villa del Tránsio que hoy lo celebra con su nombre en la memoria.
La capilla de Panaholma está enclavada en el corazón mismo de este pequeño y tranquilo poblado serrano, frente a la plaza, al frente de la comisaría y dispensario, a la vista de todos. Ofrece un pequeño remanso de religiosidad antigua a los turistas que la visitan y los pobladores que la conocen desde siempre. Fue ofrecida a Nuestra Señora del Rosario, tal que ese es su nombre aunque todos la conocen como la capilla de Panaholma, la última del cura Brochero. Es un pequeña iglesia de arquitectura impecable. En el site Capillas y templos nos ofrecen una cuidada galería fotográfica, así como mayores detalles históricos y técnicos, de Nuestra Señora del Rosario de Panaholma.
Por aquellos días de preparativos y celebraciones, quería de alguna manera honrar a este cura cordobés que supo hacer de su misión en la vida una forma de vida. ¡Cuántos valores hay en esa declaración de principios! A diario me pregunto cómo sería el mundo si todos y cada uno de nosotros obráramos en función de nuestros principios y fe, indistintamente del credo o confesión que practiquemos.
Entonces, pensé que hacer los alfajores regionales de Traslasierras era el modo perfecto de convocar su memoria y su amor por estos paisanos. Y si bien hay varias marcas muy tradicionales, sin lugar a dudas que los más reconocidos son los Alfajores Elmira Castro, tanto que ha sido incluidos en el listado de 10 productos gourmet de origen cordobés que días atrás difundió La voz del interior. A la fecha es la 4° generación al mando de la empresa con 113 años de presencia en Villa Cura Brochero.
Los alfajores de Elmira tienen un gran parentesco con los que ofrecen en Mina Clavero bajo el nombre de Neófita Castro. Vale aquí acarar que Mina Clavero y Villa Cura Brochero (o Cura Brochero, como la conoce simplemente) están una frente a la otra, apenas separadas por las aguas de los ríos Mina Clavero y Panaholma. De la misma manera, Elmira y Neófita eran hermanas y socias junto a Rita en la producción de alfajores. Al casarse, Neófita se mudó (sic) a Mina Clavero y entonces abrió su propio negocio de alfajores.
La receta tradicional no la conseguí, pero estaba claro que para esta ocasión los alfajores de maicena no eran lo que quería. Y acá viene lo que siempre me gusta ... los hilos del destino tejiendo y destejiendo para que recuperara/encontrara/recordara de causalidad/causalidad un antiguo recetario de mi mamá o de mi abuela, quizá ... Mille Torte Royal. Nadie, ni mi mamá ni la gente de Kraft ni Google supieron decirme qué era el Mille Torte (¡qué bueno sería que alguien me diera la respuesta aquí!), así que después de leer detenidamente todas las recetas llegué a la conclusión de que Mille Torte debía ser una especie de harina leudante, compuesta con base a harina de trigo + polvo leudante Royal.
Usé harina leudante sin más y el resultado fueron una tapas de alfajor secas a la vez que crujientes, de sabor neutro por lo que admiten dulce de leche en exceso. Crecen mucho así que nunca es demasiado lo fina que quede la masa para cortar las tapas. Pienso volver a prepararlas y estirarlas directamente con la fabripasta. Mientras más finas, mejor. En la receta original lucen ligeramente arqueadas. Para evitarlo, antes de llevarlas al horno les di unos 10 minutos de frío.
Ahora sí, vamos con la receta de estos alfajores regionales de dulce de leche in memoriam del Cura Gaucho que hizo del Valle de Traslasierra el paraíso que es hoy en día.
En la presentación del documental que se hizo en su honor (Brochero en el camino de los sueños), se ha dicho:
Impulsado por una poderosa fuerza surgida desde la fe, desde Villa Santa Rosa de Río Primero, su lugar de nacimiento, hasta los pueblos del oeste, detrás de las Sierras Grandes, Brochero fue abriendo y ensanchando senderos como obras para la posteridad y como símbolos en la constante búsqueda de la dignidad humana. (fuente)
Su preocupación se centró en la dignidad misma de las personas, hacer más por ellas convencido de que ahí estaba el verdadero amor de Cristo y la misión de la iglesia en la tierra. El mensaje claro y calmo de Jesús hecho voz y canto entre las serranías, de Ambul a Mina Clavero, pasando por la Villa del Tránsio que hoy lo celebra con su nombre en la memoria.
La capilla de Panaholma está enclavada en el corazón mismo de este pequeño y tranquilo poblado serrano, frente a la plaza, al frente de la comisaría y dispensario, a la vista de todos. Ofrece un pequeño remanso de religiosidad antigua a los turistas que la visitan y los pobladores que la conocen desde siempre. Fue ofrecida a Nuestra Señora del Rosario, tal que ese es su nombre aunque todos la conocen como la capilla de Panaholma, la última del cura Brochero. Es un pequeña iglesia de arquitectura impecable. En el site Capillas y templos nos ofrecen una cuidada galería fotográfica, así como mayores detalles históricos y técnicos, de Nuestra Señora del Rosario de Panaholma.
Por aquellos días de preparativos y celebraciones, quería de alguna manera honrar a este cura cordobés que supo hacer de su misión en la vida una forma de vida. ¡Cuántos valores hay en esa declaración de principios! A diario me pregunto cómo sería el mundo si todos y cada uno de nosotros obráramos en función de nuestros principios y fe, indistintamente del credo o confesión que practiquemos.
Entonces, pensé que hacer los alfajores regionales de Traslasierras era el modo perfecto de convocar su memoria y su amor por estos paisanos. Y si bien hay varias marcas muy tradicionales, sin lugar a dudas que los más reconocidos son los Alfajores Elmira Castro, tanto que ha sido incluidos en el listado de 10 productos gourmet de origen cordobés que días atrás difundió La voz del interior. A la fecha es la 4° generación al mando de la empresa con 113 años de presencia en Villa Cura Brochero.
Los alfajores de Elmira tienen un gran parentesco con los que ofrecen en Mina Clavero bajo el nombre de Neófita Castro. Vale aquí acarar que Mina Clavero y Villa Cura Brochero (o Cura Brochero, como la conoce simplemente) están una frente a la otra, apenas separadas por las aguas de los ríos Mina Clavero y Panaholma. De la misma manera, Elmira y Neófita eran hermanas y socias junto a Rita en la producción de alfajores. Al casarse, Neófita se mudó (sic) a Mina Clavero y entonces abrió su propio negocio de alfajores.
La receta tradicional no la conseguí, pero estaba claro que para esta ocasión los alfajores de maicena no eran lo que quería. Y acá viene lo que siempre me gusta ... los hilos del destino tejiendo y destejiendo para que recuperara/encontrara/recordara de causalidad/causalidad un antiguo recetario de mi mamá o de mi abuela, quizá ... Mille Torte Royal. Nadie, ni mi mamá ni la gente de Kraft ni Google supieron decirme qué era el Mille Torte (¡qué bueno sería que alguien me diera la respuesta aquí!), así que después de leer detenidamente todas las recetas llegué a la conclusión de que Mille Torte debía ser una especie de harina leudante, compuesta con base a harina de trigo + polvo leudante Royal.
Usé harina leudante sin más y el resultado fueron una tapas de alfajor secas a la vez que crujientes, de sabor neutro por lo que admiten dulce de leche en exceso. Crecen mucho así que nunca es demasiado lo fina que quede la masa para cortar las tapas. Pienso volver a prepararlas y estirarlas directamente con la fabripasta. Mientras más finas, mejor. En la receta original lucen ligeramente arqueadas. Para evitarlo, antes de llevarlas al horno les di unos 10 minutos de frío.
Ahora sí, vamos con la receta de estos alfajores regionales de dulce de leche in memoriam del Cura Gaucho que hizo del Valle de Traslasierra el paraíso que es hoy en día.
Alfajores de dulce de leche
Ingredientes (24 alfajores)
2 tazas de té -colmadas- de harina leudante (o bien, harina 0000/para repostería + 2 cucharaditas de polvo leudante Royal)
3 yemas
1 huevo
50 g de margarina (manteca vegetal)
1 cucharada de azúcar impalpable (glass)
1 cucharada de coñac (usé licor de dulce de leche)
Dulce de leche espeso (tipo repostero) para armar los alfajores en cantidad necesaria (apox. 400 g).
Preparación
Disponer la harina en forma de corona. En el centro colocar la margarina en cubos pequeños, las yemas, el huevo, el azúcar impalpable y el licor de dulce de leche. Con las puntas de los dedos comenzar a unir los ingredientes del centro, agregando poco a poco la harina. Trabajar la masa hasta obtener un bollo liso (similar en color y textura a la masa básica de pastas).
Dejar reposar unos minutos y estirar muy fino. Con un cortante redondo de 5 cm cortar las tapas de los alfajores. Acomodar sobre una placa para horno previamente enmantecada y enharinada. Pinchar con un tenedor toda la superficie de la tapa.
Si queremos alfajores ligeramente arqueados, llevar al horno precalentado y en temperatura media de inmediato. De lo contrario, llevar al frío por 10 minutos y luego hornear en las mismas condiciones (horno precalentado, a temperatura media) por 8 - 10 minutos o hasta que estén ligeramente doradas en la base.
Dejar enfriar.
Unir las tapas de a dos, armando los alfajores con una cantidad suficiente de dulce de leche.
Más gente como este cura harían falta en el mundo.
ResponderBorrarSe ven muy buenos los alfajores que has hecho, me gusta el sabor del dulce de leche.
Besos.
Silvia:
ResponderBorrarSe ven deliciosos los alfajores rellenos de dulce de leche. Me imagino que tomó su tiempecito hacerlos, pero no importa, al final siempre se disfruta.
Bendiciones !
Cecilia
Qué buenos! y encima nos dejas con las ganas de conocer esa bonita tierra del Valle de Traslasierra. Besos
ResponderBorrarHola Silvia, el sirope de arce le da un saborcito dulce a la receta de las chuletas, puedes graduarlo a tu gusto, añadiendo más o menos cantidad o si quieres poner miel en su lugar, quedan muy ricas.
ResponderBorrarBesos.
Silvia, si qué hacen falta personas como ese cura, con todas las cualidades que describes!
ResponderBorrarQué alegría me da leerte de nuevo, también te habías tomado vacaciones, no?
Los alfajores te quedaron espectaculares Silvia, son fantásticos!
Un besito enorme y que tengas una semana estupenda
Muy bueno, Silvia!
ResponderBorrarGracias, Mauro.
BorrarRiquísima la receta, Silvia y una hermosa historia para acompañarla. Un enorme ejemplo de vida la del beato "cura gaucho" Brochero.
ResponderBorrar¡Saludos!
Coincido con todo. Gracias por tu visita.
BorrarHola Silvia!! impecable como siempre.. hace un tiempo que no entraba al blog y que felicidad cuando encontré un post tuyo!! Recuerdos de vacaciones en Traslasierras los alfajores de Elmira Castro y ni hablar! que probaré tu receta especial para el Cura Gaucho. ¡cuántas emociones juntas! ¡Cuánto lloré el día de la beatificación! Ahora que lo traigo a la memoria y aún fresquito, me sigo emocionando.. ¡cuántas gracias derramó para Traslasierras, Córdoba y toda la Argentina este curita! Gracias por todo lo escrito.. Una pregunta ¿para cuando el libro? jajjaja Besotes!!!
ResponderBorrarHola, Moni.
BorrarSiempre son TAN generosas tus palabras. Fue muy emocionante lo de cura Brochero, es verdad. No pudimos ir a Panaholma ese fin de semana (¡increíble!) pero lo seguimos de cerca por la tele y e diario.
Creo que lo más me ha impactado es esa capacidad de cambiar el mundo desde el lugar en el mundo que nos ha tocado. Eso es asombroso y la mejor enseñanza. El trabajo por la dignidad de las personas cada uno desde su lugar.
Tu visita es siempre bienvenida y tus palabras un motor especial para el día a día. Mi cariño para vos, Mónica.
Hola Silvia! No te puedo explicar lo que me tientan esos alfajores. Me pierden las harinas y estoy tratando de cuidarme, como siempre en esta época del año, qué original, no? así que hace bastante que no como algo tan rico... quiero uno!!!
ResponderBorrarMuy interesante la historia del Cura Brochero, lo había escuchado nombrar varias veces pero no sabía todo ésto.
Besos!
Silvia, que linda historia me hiciste conocer!!!..personas como el cura gaucho existen muy pocas..me emociona saber de gente tan generosa y que no vive subida en su altar de poder, gente que se arremanga y hace lo que sea por mejorar la vida de los demás..incluso cuando la suya carezca de grandes lujos..eso es ser persona, ser humano y por desgracia que poco humanos somos la mayoría! :(
ResponderBorraradore tu post de hoy Silvia y por más esta receta de alfajores tan especial...vamos que tengo que probar a hacerlos...tu crees que una Española será capaz ???? ya me estoy poniendo metas que añadir a mi folletín por entregas de cocina callejera jajja!!!!
gracias preciosa..de veras que adoré saber del cura gaucho!!!! gracias!!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
BorrarMI QUERIDA SILVIA... Desde luego que Este CURA, ya estaba predestinado a ser SANTO; y sino vease el nombre en dónde nació: VILLA DE SANTA ROSA; y en su apellido: DEL ROSARIO..
ResponderBorrarCasualidades!!! no sé ; pero hay seres que ya vienen con un ALMA sábia, un ALMA llena de recuerdos fructíferos y como tal llevan su AMOR por donde quiera que van.
AMIGA he disfrutado leyendo tu reportaje, Un SANTO más a añadir a mi ya larga lista de ell@s.
TUS ALFAJORES una TENTACIÓN, si los tuviera a mano te aseguro que cogería un buen empacho, porque son mi debillidad los dulces con ese relleno
UN ABRAZO MI QUERIDA SILVIA lleno de CARIÑO y una AGRADABLE SEMANA para TODOS!!! :)))
Conxita
¡ Hola, Conxita querida !
Borrar¿Sabés que a mí también me llamó la atención lo del nombre? No solo del Rosario, también José y Gabriel son nombres predestinados de alguna manera a una vida en santidad.
Qué interesante tu reflexión acerca de volver a este mundo con un alma cargada de recuerdos de vidas pasadas que nos hacen más sabios y bondadosos.
Me encantaría tener oportunidad de compartir los alfajores, no ya virtualmente, sino en vivo y en directo. Gracias por pasarte por aquí. Mi mesa es la tuya, querida amiga.
HOLA SILVIA, ME HAN ENCANTADO TUS ALFAJORES Y SOBRE TODO AGRADECERTE TU VISITA A MI COCINA Y TUS COMENTARIOS.
ResponderBorrarUN BESO AMIGA.
Qué gusto recibirte en este espacio, Maribel.
BorrarPara mí es un placer visitar tu cocina con esas recetas tan familiares y familieras que nos proponés.
Me alegra que te hayan gustado mis alfajores. Recibe mi cariño también.
Los alfajores es algo que tengo pendiente de hacer porque me gustan mucho!! A la vuelta me pongo con ellos :)
ResponderBorrarGracias por tus buenos deseos
besos
Qué grata sorpresa tu presencia por estas páginas, Aisha!.
Borrarme encantará saber acerca de esos alfajores, así que ciertamente los estaré esperando.
¡Hasta la vuelta, querida!
Los alfajores de dulce de leche nunca fallan! Tendrá algo que ver con el mille feuille y rogel juntos la mille torte? En fin, deben ser tan ricos que no importa. Nunca había escuchado la historia Villa Cura Brochero, que para mi, siempre fue curabrochero, todo junto! Durante años ni siquiera me di cuenta que significaba algo. Buen finde Silvi, y gracias por tus comentarios lindos siempre!
ResponderBorrarHola, Paula.
BorrarNo conozco ni el mille feuille ni el rogel, así que ya me has aportado algún dato para seguir leyendo. Gracias por eso.
En estas semanas, he estado pensando acerca de la naturalización que hacemos de las cosas, saberes y, claro, hasta de las propias palabras. En lingüística hay un concepto muy interesante al respecto que es el de las "metáforas muertas": de tanto repetirlas las incluimos en el lenguaje diario y ya no notamos su punto de comparación. Los brazos de las sillas, la cabeza del alfiler, por citar algunas de las más comunes. No se me hubiese ocurrido tomar "curabrochero" como una unidad pero ya vez que las cosas pasan así, sin darnos cuenta.
Gracias por tu visita. Que disfrutes del fin de semana vos también.
Mi herbolario preferido lo regentan unas señoras argentinas, y siempre tienen alfajores para vender. Ya he comido más de uno y lo cierto es que están bien ricos, no conozco a ningún argentino que le nombres este dulce y no le hagan los ojos chirivitas y discutan sobre cuales son los mejores jaja
ResponderBorrarDesde luego los tuyos quedaron escandalosamente tentadores.
Besotes, mi niña, que tengas buena semana.
Vos sabés, Nuria, que a raíz de este comentario me puse a pensar y efectivamente, creo que los alfajores son una especie de golosina nacional. Los hay de infinitas marcas al alcance de la mano en cualquier kiosko, almacén, supermercado. Y cada región tiene su propia variedad de alfajores regionales.
BorrarIncluso se me viene a la memoria una divertida anécdota con alfajores de la sra. Presidente estando ella en un evento oficial en Perú.
Me alegra que te gustara mi versión. Cariños-